Manzanita

Libro: La tuna de oro (1951).

Autor: Julio Garmendia
Nació el 9 de enero de 1898 en la hacienda "El Molino", cerca de El Tocuyo en el Estado Lara. Desde los años cincuenta su obra comenzó a ser revalorizada. A través del cuento fantástico, el cual cultivó en sus dos siguientes colecciones de relatos, La tuna de oro (1951) y La hoja que no había caído en su otoño (1979), reaccionó contra la ficción del modernismo y criollismo.

Resumen de la Historia:
A una frutería llegan manzanas extranjeras, Manzanas Norteñas, lo que causa que una Manzanita criolla se comenzará a preocupar de si la irían a comprar debido a lo bellas que se veían las norteñas, tan rojas y jugosas, llamando la atención de todos los clientes, mientras ella era un poco más pequeña, con un poco de verde y rojo.

Tras el transcurso del día fueron comprando manzanas norteñas, un cliente tras otro, hasta que casi se agotaron por completo al final del día. La Manzanita ganó la simpatía de casi todas las frutas debido a sus llantos, menos el Mamey y el Tomate. No durmió en toda la noche mientras pensaba de forma envidiosa sobre las otras manzanas, hasta tal punto que en la madrugada se quedó dormida, había “muerto”, muerto de vergüenza.

El resto de las frutas, la enterraron en un hoyo mientras su mejor amigo de la infancia, el Durazno, mencionaba unas palabras en su memoria, mientras Manzanita se encontraba pataleando y sacudiéndose la tierra que le echaban a paladas. Al terminar de enterrarla llegó su nuevo amigo, el señor Gusano, quien la reconfortó al decirle que las Manzanas Norteñas, también terminarían enterradas muy pronto, ya que ellas se dañan con el calor del día. Manzanita al escuchar esto salió del hoyo, toda llena de tierra comenzó a correr hasta la tienda, en donde las frutas se sorprendieron de que haya vuelto.

El frutero comenzó a sacar a las norteñas y para su sorpresa y molestia, algunas de estas se encontraban magulladas y con manchas, por lo que comenzó a desechar las malas y a las otras las puso en los refrigeradores. Manzanita que veía a sus semejantes tras el vidrio, se sintió con gran alegría por el trágico destino que tuvieron, las invasoras. Pero tras verlas, comenzó a perdonar su belleza y esplendor, su ira y envidia se fueron aplacando hasta el punto en que entendió que ella y las norteñas eran iguales, eran manzanas, hijas de la tierra y no había porque tenerles a ellas. Esto lleno de dicha a todas las frutas y comenzaron a festejar, celebrando la vida, mientras el frutero no hallaba qué hacer con todas las frutas por todos lados.

Personajes:
  • Manzanita (Principal)
  • Manzanas Norteñas
  • Durazno (Amigo de la infancia)
  • Naranjas, Cambures, Aguacate, Patilla, Nísperos, Chirimoyas, Frutas de Pan, Cocos Secos, Mamones, Guayabas, Ciruelas, Piñas, Lechosas, Parchado, Guanábana, Mamey y Tomates.
  • Señor Gusano
  • El Frutero

Nudo:
Ante la llegada de las Manzanas Norteñas, Manzanita se vio conflictuada con sigo misma ante la envidia, por lo que creía que ella era menos hermosa, dulce, reluciente o jugosa que las demás; hasta el punto en que sintió que no valía nada y murió de vergüenza.

Desenlace:
Manzanita comprendió que a pesar de no ser una manzana norteña ella era igual a las demás, una manzana más en el mundo. Ella al igual que las otras nació de la tierra, podía ser menos, igual o más dulce que sus semejantes, y al igual que todas las demás frutas vivía en ese mundo y todas iban a perecer en el mismo.

Mensaje del Autor:
La Igualdad. Destaca que aunque luzcamos diferentes solemos querer o necesitar lo mismo, el respeto o apreciación de otro, sean nuestros semejantes o no, ya que a lo largo de la vida todos compartimos el mismo comienzo y final.
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Me pareció un buen cuento con el que logre pasar el rato. Sugiero que de tener la oportunidad le des una ojeada, para que compartas tu opinión o solo pases el rato como yo.

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